La clave para mitigar el calentamiento global reside en la eliminación de los combustibles
fósiles como fuente de energía. No existe escenario alguno en el cual las actuales
infraestructuras basadas en combustibles fósiles sean compatibles con la meta de limitar el
aumento de la temperatura a 1,5ºC.
Aunque algunos productores de combustibles fósiles sugieren la posibilidad de incorporar
sistemas de captura de carbono, el informe del IPCC destaca que para que este enfoque sea
sostenible, se requeriría capturar el 90% de las emisiones de plantas térmicas y entre el 50% y
el 80% de las fugas de metano.
Por otro lado, las energías renovables son ahora más accesibles que nunca, con una
disminución del 85% en el costo del megavatio de energía solar y un 55% en el caso de la
energía eólica. Por lo tanto, la opción más viable y evidente es llevar a cabo una transición
hacia fuentes de energía renovable.